A principios de este año, mi madre presento un relato corto a un concurso de cuentos para la Asociación de Alcohólicos Antónimos. Tengo que decir que desgraciadamente no fue premiada por su trabajo con uno de los premio que daban en efectivo. Pero sí decir que, si lo fue por que les intereso el relato y le han propuesto el editarlo en un libro que se va a difundir ( si los recortes lo permiten) por toda España. Como la cosa va para largo y parece que el libro no llega nunca, voy a presentarlo aquí para que todos lo podáis leer. Espero que os guste y emocione como me ha pasado a mí.
Un saludo. Besos.
LA
HISTORIA DE MANUEL (¡Es lo que hacen todos!).
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ESCRITA POR:
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Noa (SEUDÓNIMO)
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01/05/2012
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Relato corto: LA
HISTORIA DE MANUEL. Manuel tiene una
familia y unas responsabilidades. La historia está basada en los años 80. Las
costumbres y educación queda grabada en sus vidas como inamovibles además de
normales y naturales. La vida es así.
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- ¡Levántate, anda, por favor! ¡Tengo un ruido en el coche y no sé
lo que será!
Mariela, ya no sabía qué hacer para que su padre se
levantara de la cama y saliera de ese aletargamiento en el que entraba los
fines de semana cuando no tenía que ir a trabajar.
-No puedo, me encuentro mal. Hoy no me levanto.
-¡Venga, jolines! ¿Te vas a quedar hoy en la cama?
¿Y, si tengo una avería gorda? Luego me dirás que no te avise. Que el coche es
viejo y que no miro para el.
-Déjame un poquito, nada más que me encuentre un
poco mejor me levanto y lo miramos.
-¡Vale, está bien! Espero a que te levantes, pero no
tardes anda, que luego oscurece y no podemos hacer nada.
Mariela se fue a su habitación, su madre estaba con
su abuela en la salita viendo la televisión. Escucharon un golpe y una llamada:
– ¡Paula, Paula, ven, rápido! Paula se levanto del
sillón y fue rápido a la habitación.
-¡Manuel! ¿Qué te pasa? ¿Por qué estas sangrando? ¿Te
has hecho daño? -No, es que he vomitado.
Se fueron corriendo a llamar a su hijo Miguel para que le llevara al hospital.
No parecía buen asunto y se asustaron mucho al ver lo que había pasado. Lo
asearon y vistieron para llevarlo al hospital.
-¿Cómo te
encuentras Manuel?
–Me siento muy débil, no sé qué me pasa; fue de
repente y no me dio tiempo a nada.
–Tranquilo que ya llegamos.
Cuando entraron por la puerta de urgencias del
hospital, iban todos blancos de la impresión. Había vuelto a vomitar en el
coche y lo llenó todo de sangre. Rápidamente salió un celador a recoger a
Manuel con una silla de ruedas.
-
¿Qué le ocurre a este Señor?
– ¡Vera, estaba acostado ya que no se encontraba
bien y de repente le dio un vomito de sangre; al venir en el coche le ha dado
otro! ¡Estamos muy asustados!
Le hicieron una ficha con sus datos y comenzaron a
recopilar información para hacerle las pruebas.
-
¿Por qué no se encontraba bien? ¿Qué es
lo que le ocurre?
– Vera
doctor, a veces me duele mucho en la zona del hígado y aprecio que si estoy
acostado, en reposo se me va pasando; pero esta vez creí que me encontraba bien
ya y sin darme cuenta me dio una arcada y vomité sangre.
- ¿Usted bebe
alcohol?
- Hombre la verdad es que como todos, un poquito
todos los días y algo mas el fin de semana por lo del descanso.
- ¿Hace mucho tiempo que nota este problema?
- Pues de unos meses para acá, pero no le he dado
importancia.
- ¿Cuándo hace sus necesidades como son?
- Normalmente de color normal, pero a veces son algo
oscuras. Pero como luego vuelven a cambiar no le he dado mayor importancia.
- Enfermera, hay que hacerle unas pruebas a este
Señor que ya he anotado en su informe. Las pruebas han de ser realizadas
urgente y han de darme los resultados a mí personalmente que los estaré
esperando.
Después de casi una hora de ir haciéndole pruebas y
un vomito mas, los resultados fueron llegando. Dijo el doctor a la enfermera: -
¡Pónganle urgente sangre de su grupo!, tiene los glóbulos rojos muy bajos.
- Doctor, su tipo de sangre… es la universal, ¡no
disponemos de ella!
- ¡Búsquenla rápidamente! Y hable con los familiares
para ver si existe la posibilidad de que alguno de ellos la tenga para ir
haciendo las extracciones; nos hará mucha falta.
Toda la familia se movió para localizar a cualquier
familiar, amigo o conocido que pudiera donar su sangre. Apareció de otro
hospital un par de bolsas que rápidamente se le colocaron al paciente. El
médico paso a verlo, estaba débil. Su familia, no sabía cómo reaccionar, la
cosa se complicaba cada vez más. Ya no vomitaba, pero el médico dijo que seguía
perdiendo sangre, por hemorragia interna
debido a unas venas que se habían ido haciendo más pequeñas en sus
terminaciones y muy finas, por eso se iban rompiendo. Manuel se estaba desangrando.
El médico propuso hacer una intervención que consistía por medio de
laparoscopia el acceder a la zona donde se estaba produciendo la hemorragia y
quemar esas pequeñas venas para que no perdiera más sangre. Todo fue en vano.
La operación no soluciono nada, más bien lo agravó. La familia estaba desolada.
Le llevaron a una habitación a parte para que pudiera estar tranquilo.
Eran las 8.00 de la mañana. -¡Enfermera! ¡Enfermera!
¡Rápido, por favor! Manuel comenzó a encontrarse mal. Llegó el médico y las
enfermeras, hicieron salir a todo el mundo de la habitación. Comenzó a entrar y
salir personal del hospital. Todo paso muy rápido.
-
Por favor. ¿La familia de Manuel? Verán,
su corazón no ha podido bombear más sangre ya que apenas le quedaba. No es que
se su corazón estuviera mal, simplemente… su hígado es el culpable de todo, al
no funcionar bien, colapsaba sus venas que se ramificaban y producían una
hemorragia que acabo con su vida.
Paula,
pregunto tímidamente: - ¿Doctor y cómo es posible que ocurriera esto tan
rápido? Nadie se podía imaginar…
-
Señora, ¿usted no era consciente de lo
su marido estaba haciendo con su vida?
Paula,
asintió con la cabeza como queriendo decir – ¡es lo que hacen todos…!, pero no
se atrevió por su falta de conocimientos sobre el tema, pues realmente, desde
niña siempre había visto a los hombres beber en exceso; asustar a sus mujeres
cuando llegaban con varias copas de más a casa e incluso llevar alguna
bofetada, pero eso era normal. Solamente asintió moviendo la cabeza.
Le
había querido tanto, llevaban juntos desde los 18 años y ya habían pasado 42.
Cinco hijos vivos, uno muerto y los abortos que tuvo. Una de sus hijas, viendo
la vida que llevaban le pregunto -¿Papa siempre fue así? ¿Cómo es posible que
le quisieras?; a lo que Paula contestaba: -No hija, cuando le conocí era como
Rodolfo Valentino, muy guapo y muy bueno, pero la vida es así con los años las
personas cambian.
Manuel
se fue hace ya más de 30 años. Su familia ha evolucionado. Si no hubiera
abusado del alcohol habría conocido a sus 9 nietos y sus 6 bisnietos. Paula se
fue hace 2 años y se le echa muchísimo de menos. Su corazón quizás de pasar
todas sus pesquisas durante la guerra civil (pero eso es otra historia) y además de su vida con Manuel, se canso y dejo de latir. Ella si conoció a
todos sus nietos y sus bisnietos. Sobre todo a su última nieta, que creo fue la
que la hizo más feliz por su tardanza.
¡Que
los dos descansen en paz!
¡Es lo que
hacen todos…!
Firmado:
Noa.
“A
la memoria de mis abuelos”.