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domingo, 8 de junio de 2014

Cómo hacer una esponja exfoliante natural

Cómo hacer una esponja exfoliante natural
¿Sueles exfoliar tu piel regularmente? Desde luego, es algo imprescindible para nuestra belleza y nuestra salud en general, mejoramos el equilibrio de nuestra epidermis eliminando piel muerta, y favorecemos también la circulación, de ahí que sea básico su uso. Y ahora dinos ¿qué tipo de esponjas sueles utilizar? ¿Sabes que existen alternativas naturales, económicas y muy eficaces? ¡Te las explicamos!

La esponja exfoliante vegetal Luffa

¿Qué es?

luffa
Seguro que has oído hablar de ella. Lo creas o no antes de que existieran las típicas esponjas de goma espuma, eran muchas las personas que utilizaban esta alternativa tan natural y eficaz. Hablamos de la esponja vegetal de Luffa. Se trata en realidad de un tipo de planta perteneciente a la familia de las cucurbitáceas, es decir, es ni más ni menos que un tipo de calabaza. ¿Sorprendente, verdad?
Su uso era muy habitual en China ya desde el año 600 antes de Cristo. Y recuerda: puede cultivarse con facilidad si vives en una zona donde el calor suele ser elevado. ¿Por qué no intentarlo si nos es posible? Es una planta trepadora que crece con facilidad, que no exige excesivos cuidados y que puede darte una gran cantidad de esponjas.

Beneficios de las esponjas vegetales de Luffa

esponja
  • No nos deja residuos nocivos en la piel, tal como lo hacen por ejemplo las esponjas sintéticas.
  • No daña el medio ambiente, se trata de un producto extraído directamente de la propia naturaleza, a diferencia las de las esponjas sintéticas elaboradas a base de petróleo.
  • La esponja de luffa remueve  eficazmente las células muertas,consiguiendo así una limpieza perfecta, reduciendo la grasa de la piel, y previniendo el acné.
  • Previene y reduce la incidencia de la celulitis gracias a la gran activación circulatoria que consigue.
  • Es además un gran relajante muscular, si cada día nos practicamos un buen masaje con estas esponjas vegetales, conseguiremos que nuestra piel absorba más fácilmente las cremas nutritivas, reductoras o anticelulíticas.
  • Como curiosidad te diremos que una vez ya hayas utilizado en numerosas ocasiones esta esponja, puedes reutilizarla como estropajo para la cocina. ¡Es realmente útil!

Cómo conseguir y utilizar una esponja de Luffa

Los-beneficios-de-las-esponjas-vegetales-3
  • Si deseas cultivarlas, puedes encontrar sus semillas en cualquier herboristería. En las tiendas naturales puedes encontrar también este tipo de esponjas ya listas para su uso. Pero en caso de que las hayas plantado en casa, recuerda que una vez ya estén grandes y maduras, debes cogerlas y dejarlas secar. Luego, retira la piel y quita las semillas del interior (estas semillas te servirán a la vez para otras cosechas).
  • Una vez seca, apriétala bien con las manos para que se ablande un poco.
  • Después, añade la crema hidratante o el gel con el que vayas a darte un baño.
  • Frota bien la piel haciendo movimientos circulares y ascendentes a la vez. Es decir, frota con moderada intensidad desde los tobillos hasta la pantorrilla, desde la rodilla hasta el muslo, desde el vientre hasta el pecho. De este modo favorecemos la circulación a la vez que vamos retirando toda la piel muerta.
  • Luego échate agua tibia (ligeramente fresca si es por la mañana) o caliente si es por la noche. Si cada día utilizas esta esponja vegetal, verás como poco a poco sientes la piel más tersa y bella. Es muy efectiva.
  • Para mantener en buen estado nuestra esponja de Luffa, debemos enjuagarla bien, secarla con las manos apretando bien para que no queden restos de agua. Por último, cuélgala para que le de el aire y así se seque, liberándola a su vez de todo tipo de bacterias. ¡Te encantará probarla, no lo dudes!

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